boda en el monasterio de valbuena

Ana y Jesús- Boda en el Monasterio de Valbuena

Una Boda en el Monasterio de Valbuena para mi es algo especial, un Monasterio Cisterciense del siglo XII en pleno corazón de la Ribera del Duero, rehabilitado con mimo, con una luz increíble y unos espacios de una belleza patrimonial que a mi personalmente me encanta.

Suelo trabajar a menudo allí y para mi es una suerte trabajar en un lugar tan maravilloso.

Conocí a Ana hace unos meses y me pareció una persona bellísima, educada, dulce, considerada, agradable. Cuándo finalicé mi reunión con ella, pues Jesús no pudo acompañaros en esa ocasión, pensé: «Jo, que gozada es mi trabajo que me permite conocer personas con una luz tan especial»

No me equivoqué al aceptar hacer su reportaje y cuando conocí a Jesús, me sentí aún más afortunada.
Ver el cariño con el que se hablan, se miran, se tocan, se respetan, amor puro y del bueno. Un lujazo para mi profesión poder trabajar con parejas así.

Comencé con los preparativos de Jesús, los nervios se hacen notar, jeje, por suerte se encuentra en la habitación con 2 de sus mejores amigos, que le ayudan a vestirse con un traje de Raúl Barthe, un diseñador de Valladolid que trabaja de maravilla.

Cuando llegué a la habitación de Ana, todo era calma, ella es así, proyecta calma absoluta. Su vestido de Isabel Núñez me enamoró al instante. Es muy fácil reconocer el trabajo de un artista.

La ceremonia religiosa se realizó en el mismo Monasterio, un lugar donde se respira calma absoluta.

En el altar, en vez de colocar solamente a los padrinos, decidieron que ambas familias estuvieran juntas para ese momento tan especial

Al final de la ceremonia, las hermanas de Ana y Jesús, dijeron unas palabras súper emotivas que hicieron llorar a la familia, es siempre muy bonito dar ese toque personal, puesto que normalmente las ceremonias religiosas suelen ser más serias.

Para la sesión de pareja, decidimos elegir diferentes localizaciones pero sin necesidad de desplazarnos en coche.

Todo allí es tan bonito, las viñas, el claustro, el Monasterio, la puerta que adornaron Ana y su padre con flores…

Además el otoño es una época preciosa para celebrar una boda en la Ribera de Duero, con las viñas y esos colores rojizos y amarillos tan vibrantes

Y por fin llegó el Cocktail, que a pesar de ser mediados de noviembre hizo un día espléndido, y todos los invitados pudieron disfrutarlo al aire libre!

Uno de los momentos más divertidos fue el cumpleaños del padre de Jesús, qué todos los invitados celebraron!

La cena en el Refectorio y el baile, con un sinfín de momentos emotivos con regalos sorpresas, risas, abrazos y bailes! La deco de la cena la realizó By Indesign

La verdad es que lo pasamos de maravilla!

Mil gracias a Ana, a Jesús, a los familiares y amigos por tratarme con tanto cariño y familiaridad, me sentí feliz trabajando! 😉